Consejos de corazón

Información sobre el cuidado de la salud cardiovascular es lo que sobra y, sin embargo, formamos parte de una comunidad cada vez más sedentaria, con una dieta que dista de lo ideal y con altas tasas de tabaquismo. Si la meta es cuidar nuestro corazón, ¿por dónde empezar? Quien responde es el doctor Carlos Tajer, director de la Revista Argentina de Cardiología.

«El enfoque de la prevención cardiovascular se puede hacer desde una mirada social o desde una mirada individual», señala el doctor Carlos Tajer. «Socialmente, existen medidas de prevención que tienen un gran impacto, como la disminución del consumo de tabaco de una población. En Santa Fe, por ejemplo, se observó una caída de la incidencia del infarto apenas se instauraron restricciones al consumo del tabaco», agrega el cardiólogo. Si se mira desde la otra vereda, desde la prevención individual, también hay medidas –hacer actividad física, no fumar, mantener un peso corporal saludable, entre otras– de probada eficacia para cuidar la salud cardiovascular. «Pero llegada una determinada edad, que en el varón oscila entre los 45 y los 50 años, y en la mujer, se da un poco más adelante, las estrategias de prevención se van individualizando. Ahí, se trabaja, entonces, sobre los modelos de riesgo, que toman en cuenta los factores de riesgo cardiovascular clásicos», advierte el doctor Tajer. «La alta presión, el colesterol elevado y el tabaco son los tres factores fundamentales. También están la obesidad y el sedentarismo, pero siempre con un grado de relevancia o peso menor que los tres primeros –continúa el doctor Tajer, actual jefe de Cardiología del Hospital El Cruce, de Florencio Varela–.Otro elemento que tiene mucho que ver es la herencia familiar.

Hablamos de riesgo heredado familiar cuando el padre, la madre o los hermanos han tenido un ataque cardíaco o muerte antes de cumplir los 60 años». La idea de elaborar un modelo de riesgo como punto de partida para orientar el cuidado de la salud cardiovascular en función de las características particulares de cada persona deja de lado la mirada estrecha –pero popularmente extendida– de los factores de riesgo como compartimentos estancos. Así, no basta con tener el colesterol ligeramente elevado para empezar a tomar estatinas, sino que se necesita una evaluación integral de la salud cardiovascular para justificar esa decisión. «Y para ello hay que ir al médico, para que haga un modelo de riesgo individual. A lo que se suma una serie de estudios que permiten afinar un poco más la puntería», resume el doctor Tajer, que aporta un par de datos más que convincentes: «El conjunto de las medidas de prevención, farmacológicas y no farmacológicas, ha demostrado en estudios de investigación que permite reducir un 80% el riesgo de morir o tener ataques cardíacos. Eso en forma porcentual, pero si uno lo ve en forma longitudinal, a lo largo del tiempo, se puede decir que son medidas que prolongan 10 o 12 años la vida».

Las imágenes, aliadas del cardiólogo La tomografía computada y la resonancia magnética constituyen dos herramientas de diagnóstico que han demostrado ser de gran ayuda para el cardiólogo que se enfrenta a un caso complejo y que debe contar con información precisa para poder tomar una buena decisión de tratamiento.

«En la actualidad, las resonancias magnéticas están orientadas en gran medida a casos complejos de afecciones del músculo cardíaco, en las que las herramientas habituales, como el ecocardiograma, no permiten llegar a un diagnóstico. Y lo mismo ocurre, por ejemplo, en pacientes con infarto crónico, en los que es necesario determinar si existe la posibilidad de realizar una revascularización», explica el doctor Alejandro Deviggiano, coordinador del Departamento de Estudios Cardiovasculares No Invasivos de Diagnóstico Maipú. La lista de afecciones cardíacas en las que la resonancia magnética permite dilucidar un diagnóstico y señalar el camino terapéutico es cada vez más extensa: arritmias ventriculares; una falta de aire que no se explica por otras causas; un infarto pequeño o una embolia cardíaca; tumores cardíacos, y demás. «También nos solicitan un estudio específico para detectar depósitos de hierro en el músculo cardíaco o ver el ventrículo derecho, que con la ecografía no se ve. En general, se trata de casos con afecciones complejas, en las que el cardiólogo recurre a nosotros para tratar de resolver o cerrar un diagnóstico», dice el doctor Deviggiano. La tomografía coronaria, por su parte, es tan útil para evaluar la anatomía del corazón como lo es un cateterismo, pero ofrece la ventaja de hacerlo en forma no invasiva. «Eso la convierte en una herramienta complementaria para, por ejemplo, evaluar la posibilidad de un bypass en pacientes con síntomas, o para el diagnóstico en casos de dolor en el pecho, en los que los resultados de los estudios de cámara gamma son dudosos y uno no sabe si es coronario». Otra de las posibilidades diagnósticas cardiológicas que ofrece la tomografía es la medición de la presencia de calcio en el corazón, que ayuda a determinar la magnitud del riesgo cardíaco de una persona que presenta ya factores de riesgo, en la que se está evaluando si implementar un tratamiento preventivo o no. En este caso, las imágenes permiten al cardiólogo tomar la mejor decisión para su paciente.



No fumar

El consumo de tabaco es el principal factor de riesgo de infarto: basta con fumar para duplicar el riesgo de sufrirlo. «Eso se va multiplicando por el número de cigarrillos, y además está el riesgo seguro de deterioro de la función pulmonar, que ocurre en el 100% de los fumadores», advierte el doctor Tajer. El dato positivo es que, al año, «la persona que deja de fumar iguala el riesgo de los no fumadores para enfermedad cardiovascular».



Colesterol inferior a 200

Dado que sus principales fuentes en la dieta son los alimentos de origen animal (huevos, carnes, lácteos), preferir los productos descremados o los cortes magros.



Alimentación sana

La ecuación es, en principio, sencilla: más verduras y frutas, y menos azúcares refinados y grasas animales. De estas, preferir las de pescado. Cuidar una buena hidratación y, básicamente, no excederse en las porciones



Peso saludable

Prevenir el exceso de peso es fundamental en la niñez y la adolescencia, etapas en las que hay que promover hábitos saludables de alimentación y ejercicio. En los adultos, el doctor Tajer sostiene que la meta es no engordar en forma progresiva.



30 minutos de actividad física 3 veces por semana

Lo importante no sólo es mantenerse activo, sino hacerlo con regularidad. Y para ello hay que disfrutarlo; de ahí la importancia de buscar una actividad física que se adecue a los gustos y las posibilidades de cada uno.



Presión arterial inferior a 140/90

Reducir el consumo de sal es una medida efectiva para prevenir la hipertensión, y para eso basta con hábitos sencillos, como salar las comidas antes de servirlas y no llevar el salero a la mesa. «El ejercicio previene la hipertensión, al igual que ayuda al control del peso corporal», agrega el doctor Tajer.

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